¿Qué es una Resonancia Magnética Abierta?
La resonancia magnética abierta, al igual que la resonancia magnética cerrada, es una prueba médica no invasiva y sin efectos adversos ya que utiliza un campo magnético externo y unos pulsos de radiofrecuencia sin la necesidad de rayos X, para obtener multitud de imágenes, llamadas cortes, de una determinada región anatómica. Estas imágenes son archivadas y posteriormente almacenadas en un ordenador para poder copiarse en un CD o enviarse de manera electrónica.
Su función es que los especialistas puedan examinar los tejidos, los órganos y el sistema musculoesquelético. Por medio de este estudio se pueden diagnosticar una gran variedad de afecciones, como por ejemplo rupturas de ligamentos, fracturas, hernias, edemas óseos, patologías en los cartílagos, etc.
Diferencia entre resonancia abierta y cerrada
La gran diferencia que podemos encontrar entre la resonancia abierta y la cerrada es la manera en la que se coloca al paciente. En la resonancia cerrada el paciente se introduce mediante una camilla dentro de un tubo donde se puede concentrar mejor el campo magnético, por ello las imágenes de este estudio son de alta resolución mientras que en la resonancia abierta el paciente se coloca entre dos platos con aperturas laterales y la calidad de la imagen es menor, ya que es más difícil concentrar el campo magnético, pero a su vez proporciona una mayor capacidad de apertura.
Se recomienda para pacientes con claustrofobia que sufran de ansiedad o angustia al introducirse en un tubo cerrado, también para pacientes con sobrepeso ya que la amplitud respecto al diámetro abdominal de la resonancia abierta es mayor que el de la cerrada.
¿Cómo se realiza la prueba?
En ambos casos la manera en la que se procede a realizar el estudio es la misma, una vez el paciente se encuentra en el centro, el personal sanitario le indicará donde puede dejar sus objetos personales, le darán la vestimenta adecuada e indicaciones necesarias. Una vez en la sala de resonancia, le colocarán en la posición correcta y le pondrán la antena adecuada para comenzar el estudio que durara dependiendo de la zona entre 25 o 30 minutos.
Preparación previa
Si el estudio a realizar no precisa de contraste no se necesita una preparación previa, no es necesario acudir en ayunas, podrá tomar su medicación habitual y hacer vida normal antes y después de la prueba. En caso de que necesite algún tipo de relajante debe consultar primero con un especialista para que pueda prescribírselo e indicarle como debe proceder.